La noticia de la muerte de Peter Ferdinand Drucker me ha conmovido profundamente. El mundo entero a perdido a un genio universal, seguramente el ultimo de los pensadores renacentistas, y todos -especialmente los que no le conocian y jamas han oido hablar de el- somos mas pobres. Los que le conocimos hemos perdido a un maestro y guia en el mundo del saber y del espiritu, y nos hemos quedado como huerfanos, desorientados, sin un punto fiable de referencia. Yo he perdido, ademas, a un compa?ero de trabajo y del corazon, y por eso estoy todavia mas solo, a la deriva, y triste, muy triste.
Pero, mas alla de la tristeza y del dolor por la perdida, me siento afortunado por haber tratado con una mente prodigiosa y a un ser humano excepcionalmente integro, satisfecho por colaborar humildemente en su obra, orgulloso de su impresionante legado humano e intelectual, y sobretodo, me siento muy agradecido. Mi deuda personal con Peter F. Drucker tambien es ilimitada, y sin embargo, nadie me ha pagado nunca mejor que el. Por eso puedo decir que por el, paradojicamente, soy un hombre pobre inmensamente rico, dondequiera que este, y en cualquier circunstancia.
Durante los ultimos veinte a?os, no ha habido un solo dia de mi vida en que Peter Drucker no haya estado presente, como protagonista, como inspiracion, o como referencia, en mi trabajo diario, en mis conversaciones con las personas que amo, en mis lecturas, en los momentos felices, en los de angustia y desesperacion, y tambien en mis bromas, muchas de ellas inspiradas en sus geniales frases y ocurrencias- "el humor y la ironia son la cualidades mas elevadas de la inteligencia, y yo soy un viejo comicastro" o en sus sabios y divertidos consejos "cultiva tus excentricidades mientras eres joven, asi cuando envejezcas nadie dira que chocheas". Hasta en mis sue?os he hablado con el casi todas las noches,- lo seguire haciendo ahora mas que nunca- y conversamos sobre arte, filosofia, literatura, o cualquier otro tema, mientras paseamos por una playa, en Asturias, en Cadaques, o cerca de su casa en Claremont, California.
Todos -y no solo los directivos de empresas y organizaciones, sino cualquier persona responsable en esta sociedad del conocimiento- tenemos todavia muchas cosas por aprender de Peter Drucker: su talento para pensar, a la vez, de modo conceptual y perceptivo, su profundo rigor intelectual, su capacidad de innovacion, su luminosa sencillez al hablar y al escribir (leerle y escucharle era un placer porque te hacia sentir inteligente, aunque no lo fueras demasiado), su arrojo para ser impopular sin temor a los tiranos o al desprecio de los mediocres, los falsos intelectuales y los academicos pretenciosos. Y por encima de todo, algo que no se puede ense?ar, si no es con el ejemplo que nos dejo, el testimonio de un humanista sincero, con un comprometido sentido de la etica, de la libertad y de la responsabilidad individual, apasionado por todas las cosas, y con una fe inquebrantable en el significado de la vida.
Esta fe en la diversidad y el pluralismo y en la singularidad de cada persona alienta en el transfondo de toda su obra, desde su primer libro "The End of Economic Man" (1939) hasta el ultimo que se publicara de forma postuma. Todos sus libros, ensayos y articulos, ya traten de filosofia, politica, o historia, del orden social y de las intituciones sociales, de Management, de tecnologia o de economia constituyen una lucha inteligente y tenaz contra el totalitarismo, la centralizacion, la uniformidad y la conformidad, una defensa contra los "Procustos" que quieren que todos seamos iguales, pensemos igual, hablemos, escribamos, pintemos, o cantemos lo mismo, para tenernos controlados desde una instancia central -los nazis lo llamaban "caminar por el mismo surco" (gleichgeschaltet). El percibio claramente que la unica salvaguarda contra la tirania y el horror -que el mismo sufrio en su vida- era una sociedad de organizaciones (empresariales, y no empresariales, como escuelas, hospitales, ONGS) con poder descentralizado, y cada cual con distintos valores y personalidades, en las que el individuo pudiera aportar su talento y crear su comunidad. Y dedico toda su vida y todos sus conocimientos de todas las areas del saber (de una forma eclectica, pero genial) a la tarea de estudiar las organizaciones humanas y dotarles de los conceptos y herramientas para funcionar de forma integradora, eficaz, innovadora y en libertad.
El conjunto de la obra de Drucker es una sinfonia en prosa - muy bella, por cierto- por un mundo mas justo y mas libre
Peter Drucker, tal vez sera recordado por el mundo como el padre del Management moderno, el hombre que elevo esta disciplina a la categoria de "arte liberal", pero yo, y algunos mas, lo recordaremos como se definia el mismo, un "ecologista social", el inventor de una disciplina y una metodologia para analizar los cambios economicos, tecnologicos o sociales y encontrar en ellos oportunidades para innovar con eficacia. Este es, en mi opinion, el legado de Drucker, el ?Byestander?, el testigo, el observador que sabe percibir las cosas que nadie mas ve, y que las ve de manera distinta, y a traves de la reflexion encuentra oportunidades para la accion eficaz.
Todos sus amigos, colaboradores y seguidores hubieramos querido, egoistamente, acompa?arlo un trecho mas largo en su camino,pero ahora no nos queda mas remedio que continuar sin el, porque 96 a?os de vida, observando, pensando, estudiando, aprendiendo, ense?ando, y trabajando -veinte a?os por delante de todo el mundo y casi siempre contra corriente-deben ser una tarea agotadora, mas alla de la naturaleza incansable del mas trabajador, apasionado e innovador de los mortales.
Como todo aquel que ha tenido la suerte de coincidir con el, tambien yo hubiera querido verlo mas a menudo, tratarlo mas, leer los nuevos libros que tenia en mente, colaborar en mas proyectos, y seguir aprendiendo de su aguda, original -y siempre certera- forma de percibir e interpretar la realidad.
Guardare en mi memoria, como un tesoro, cada instante, cada gesto, y cada palabra que Peter me ha dedicado, pero muy especialmente algunas conversaciones sobre temas intimos y personales, en unos momentos de mi vida en los que me sentia mas perdido que ahora, si cabe...(y siempre cabe). Su amabilidad, su comprension, su cortesia, su prudencia, su habilidad de escuchar sin juzgar, y opinar sin herir, su franqueza, su amorosa compa?ia en el dolor, en el silencio, han sido y seran un balsamo para mi corazon y un faro de luminosa esperanza para mi alma.
Gracias, Profesor Drucker, maestro, por todas las cosas hermosas que por ti he aprendido, por las que aun me quedan por aprender, y por el credo de vida y fe que, con tu ejemplo, me ense?aste. Y hasta siempre, Peter, amigo.